De un tiempo a esta parte se han puesto de moda una nueva tendencia relacionada con muebles. No es realmente el hecho de utilizar muebles con formas sexuales, que, como sabrás, los hay, sino más bien de otra cosa.
La fornofilia, también llamada phornifilia, es en realidad una parafilia para muchos. Consiste en utilizar el cuerpo de la persona como mueble. En este caso, podría usarse el cuerpo de una mujer, o de un hombre, como mesa, o como silla incluso.
Esta práctica solía utilizarse mucho en BDSM ya que lo utilizan como castigo para la sumisa o el sumiso por haber cometido alguna falta. Es una forma de demostrar humillación tratando a la persona como un objeto así como exhibirla con los demás. Aunque no hay que olvidar que la parafilia hace que, aunque se produzca una humillación, también pueda excitar.
Para escenificar la fornifilia la persona que representa el mueble suele estar desnudo o bien llevar una prenda de látex. Por supuesto, dependerá de esa persona, o de la pareja, el tiempo que se le va a dedicar a ese “juego” y cuál es el límite que se le puede pedir a la otra persona.
En internet puedes encontrar algunas imágenes de cuerpos, masculinos y femeninos, convertidos en muebles así como artículos relacionados con el tema donde se habla y da consejos relacionados con este tema tanto para los que van a controlar la situación como para los que se van a convertir en muebles. Algunos de estos son:
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Tener una postura que sea agradable en el tiempo ya que no se sabe cuánto se va a estar en la misma.
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No forzar el cuerpo de tal forma que se deberán limitar las posibilidades a lo que la sumisa o sumiso pueda hacer.
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En caso de tener que atar las extremidades, el tiempo ha de acortarse para evitar que queden marcas o que la sangre no fluya bien por ellas.
¿Te animarías a probar tú?