¿Interesada en hacer fisting? Ya sea la primera vez que lo haces, o que lo hayas hecho más veces, el fisting es una práctica de penetración extrema en la que, lo que se introduce en la vagina o en el ano es la mano de la otra persona.
Al principio puede ser muy doloroso y hay que tomar muchas precauciones para conseguir dilatar bien la zona a penetrar y que se disfrute ya que, de lo contrario, no será agradable para esa persona.
Pero también tienes que saber qué tipos de penetración hay en el fisting porque, la que quizá te ha venido a la cabeza, es la del puño, que es la más utilizada, pero hay más:
Nudillos. Este tipo de penetración se basa en dejar los nudillos en la entrada para moverlos como si fueran unas bolas chinas, o una estimulación más, sobre todo si el punto G está cerca de la entrada. También se puede intercalar con una penetración más profunda y al salir mover los nudillos en esa zona.
Mano. Otra forma de hacer fisting es la de introducir la mano sin que esté en un puño, es decir, abierta pero con los dedos juntos y sin moverlos. Es de las primeras técnicas de penetración de fisting que se suelen utilizar para saber si la pareja puede tolerar esa práctica.
Dedos abiertos. Normalmente esto es una variación de la anterior donde la mano se introduce pero, una vez dentro, los dedos se abren y se rozan las paredes para dar más excitación a la otra persona.
Puño girando. Para los más expertos, una penetración que se realiza, y que normalmente se hace una vez ya se está muy excitada, es el puño girando. Se trata de introducir el puño y, dentro, ir girando a un lado u otro estimulando toda la zona interna. Puede ser desagradable para la pareja, sobre todo si no se está preparado para ello.
Como ves, hay muchas formas de penetración por fisting pero la mejor es aquella en la que vayas a disfrutar tú y, si notas cualquier cosa, para y háblalo. La zona es bastante delicada como para hacer algo que pueda dañarla.
